El Chicle y el turno de oficio

I. Bermúdez de Castro PASOS SIN HUELLAS

OPINIÓN

Salvador Sas | EFE

23 ene 2018 . Actualizado a las 08:36 h.

el Chicle se aprovechará de las ventajas de un Estado de Derecho que tan poco le preocupa. En España, afortunadamente, hasta individuos como este tienen garantizada una buena defensa. Y aunque a muchos no les parecerá bien que con sus impuestos se abonen los gastos de abogado y procurador del autor confeso de la muerte de Diana Quer, deben tomárselo como una contribución para que nuestro país siga pudiéndose considerar un miembro más de la vieja Europa.

Tendrá una magnífica abogada de oficio. Que nadie piense que por no tratarse de una profesional inmensamente mediática, de esas que cobran mil euros por hora de trabajo, lo hará peor. En absoluto. El turno de oficio presta un inmejorable servicio a la sociedad y los letrados que se hallan inscritos en él se dejan la piel para intentar sacar los pleitos adelante. Es tal la vocación de estos profesionales que, por unos escasos cientos de euros pagados tarde, mal y a rastro por la Xunta de Galicia, defienden los más complicados casos por la simple satisfacción de haber cumplido con el trabajo que la sociedad les ha encomendado.

El Chicle parece tenerlo crudo ante las pruebas presentadas en su contra, pero si algo se puede hacer en beneficio de su defensa, su abogada de oficio, Fernanda Álvarez Pérez, lo hará como si le estuviera esperando en su bufete un talón de esos que podríamos calificar de obsceno.