No hay ninguna duda de que Galicia está siendo un foco de nadadores que están fortaleciendo el equipo nacional. Esto ocurre ya desde hace unos años, pero va a más. A mí, como director técnico, saber esto me tranquiliza y lo tengo muy en cuenta. Luisa Domínguez y Fernando Zarzosa están realizando un trabajo muy bueno con todas las especialidades, pero sobresalen el medio fondo y el fondo. Igualmente es fantástica la labor de Jesús de la Fuente y Carlos Guzmán en el CN Liceo.
En Pontevedra, la gran relación con el grupo de triatletas de Omar González ha beneficiado tanto a unos como a otros. Las dos partes han salido reforzadas. Los triatletas en cuanto al nivel de entrenamiento y los nadadores de aguas abiertas, en la especialización en una disciplina que sus compañeros de entrenamiento conocen muy bien: soltarse en mar abierto. El trabajo conjunto en el pantano de Verducido, cuando hace buen tiempo, les permite hacer sesiones en grupo muy específicas de larga distancia. Estas son condiciones muy particulares que tienen muy pocos grupos en España. Ir uno solo a entrenar en aguas abiertas no es interesante, pero sí en grupo. Esto hace que los entrenamientos sean excepcionales.
El grupo apunta alto. Gaspar Andrade y María de Valdés, de hecho, están en el equipo nacional absoluto de 10 kilómetros, por su capacidad de sacrificio, su nivel de entrenamiento y sus grandes resultados. Intentaremos que estén en los próximo Juegos Olímpicos para coger experiencia y dar guerra en los del 2024. Además, Ane de la Fuente, Xabi Carneiro, Manuel Tomé y Alexandre Lages también están a un gran nivel y podrían ser olímpicos, por qué no, en el futuro. Hay material de sobra en Galicia.
Ricardo Barreda Rodríguez es el director técnico del equipo nacional de aguas abiertas