Impunidad bancaria: las cláusulas de la vergüenza

David Solís OPINIÓN DE LOS CONSUMIDORES

OPINIÓN

17 dic 2017 . Actualizado a las 00:34 h.

El 21 de diciembre de 2016 se produjo un hecho histórico para los afectados por las cláusulas suelo, una gran victoria para los consumidores. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) se pronunció acerca de la retroactividad total en la devolución de las cantidades defraudadas por la aplicación de la cláusula suelo, en contra de la doctrina marcada por el Tribunal Supremo que establecía la devolución desde mayo de 2013.

ADICAE fue la primera asociación en denunciar de forma colectiva a toda la banca hace seis años con la interposición de la macrodemanda. Desde ese momento, hemos defendido los mecanismos de resolución extrajudicial, de cara a que se resolviese la situación lo antes posible y evitar la vía judicial. Pero la banca no ha facilitado en absoluto la negociación, y ha asegurado reiteradamente que sus cláusulas eran transparentes o han negado su existencia. Según los datos recientes del informe elaborado por ADICAE, el 77'69% de las reclamaciones extrajudiciales formalizadas desde el pasado enero, no han llegado a ningún tipo de acuerdo.

Paralelamente, los juzgados especializados en cláusulas suelo están saturados en toda España por el número de demandas. Las entidades han intentado en todo momento paralizar la acción colectiva y fomentar las reclamaciones individuales de los afectados. Todo con un objetivo común: ralentizar la justicia y, con ello, no devolver el dinero a los consumidores.

La justicia ha dado la razón en numerosas ocasiones al consumidor, y ha declarado abusiva la cláusula suelo. Sentencias como la de abril de 2016, en respuesta a la macrodemanda de ADICAE, o la de diciembre de 2016 del TJUE así lo muestran. Sin embargo, no se da una solución real a los afectados, que sigan inmersos en un periplo jurídico obstaculizado por la banca.

Los intentos de la banca de entorpecer la resolución extrajudicial, y la posición de quien se lo ha permitido, resulta vergonzoso. El gobierno, en un alarde de dar garantías a los ciudadanos, presume ahora de su nueva ley de créditos inmobiliarios que pretende validar este tipo de cláusulas y que traslada toda la responsabilidad al consumidor.

Un año después de la sentencia del TJUE, los avances han sido mínimos y más de un millón de familias siguen pagando por la cláusula suelo. Ante el fracaso de las medidas adoptadas por el gobierno, ADICAE seguirá organizando a los consumidores para conseguir una solución colectiva y definitiva.

David Solís es portavoz de ADICAE.