La senda del seny

Sixto Cadenas DESDE CATALUÑA

OPINIÓN

Stefano Guidi | Dpa

15 dic 2017 . Actualizado a las 08:31 h.

En los últimos años en Cataluña se ha impuesto la necesidad de contarnos como ciudadanos para situarnos en la órbita de una ideología contra la otra, en una sociedad que se ha demostrado altamente polarizada: o son independentistas o son unionistas-constitucionalistas. Por ello, parece imperativo saber cuántos son unos y otros, aunque este dato solo les interesa a los secesionistas.

Así las cosas, en Cataluña, en las elecciones autonómicas del 27 de septiembre del 2015, la suma de votos dirigidos a los partidos en función de si se declararon o no secesionistas, arrojó un resultado del 47,74 % para los independentistas frente al 50,62 %, de los unionistas-constitucionalistas. Estos datos han sido usados para mantener la afirmación de que la mayoría de la sociedad catalana no estaba a favor de la ruptura con el resto de España. Sin embargo, la ley electoral otorgó una mayoría de escaños a los partidos que, en base a dicha mayoría de asientos en el Parlamento, ha mantenido la hoja de ruta que nos ha llevado hasta la declaración unilateral de la república catalana del pasado 27 de octubre y la inmediata aplicación del artículo 155 de la Constitución, que conllevó la convocatoria de elecciones autonómicas para el próximo día 21 de diciembre.

Por tanto, el 21 de diciembre se celebrarán unas elecciones autonómicas en Cataluña. Sí, serán solo eso, unas elecciones autonómicas para la elección de un nuevo Parlamento de la comunidad autónoma, tal y como está recogido en la Constitución y el Estatuto de Autonomía.

Estas elecciones legalmente convocadas constituirán un nuevo Parlamento del que saldrá un nuevo Gobierno de la Generalitat que ya no podrá esconderse en nuevas argucias para la consecución de fines contrarios a la Constitución, el Estatuto de Autonomía y el ordenamiento jurídico en el que se sustenta el Estado de derecho. Es algo obvio que parece mentira que haya que recordarlo.

A partir del día 22 será deseable y me atrevo a decir que una obligación irrenunciable para todos los responsables políticos que salgan elegidos de las elecciones autonómicas, reconducir las instituciones de Cataluña a la senda del seny (sentido común, sensatez y cordura) y, además, trabajar duro y con empeño para restañar las enormes heridas que ha dejado en la sociedad catalana el largo procés a ninguna parte.

No hay otra opción. La convivencia y la concordia entre los ciudadanos se nos ha demostrado siempre como los mejores valores para el alcance de las mayores cuotas de progreso y crecimiento, no tan solo económico, sino, sobre todo, en lo humano y lo social, aspectos que siempre han caracterizado a todos los catalanes.