Madre soltera busca

Beatriz Pallas ENCADENADOS

OPINIÓN

03 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Si hay algo que ha sido idealizado y edulcorado en la historia de la humanidad es el asunto de la maternidad, del cual muchas verdades se conocen solo de puertas adentro. De ahí que el día a día de la crianza se haya convertido en uno de los últimos mitos que quieren derribar las autodenominadas «malas madres», dispuestas a afrontar este tránsito sin cristales de color rosa y a mostrar esa cara B que no aparece en las impecables revistas de decoración donde los bebés no parecen llorar a gritos, ni ensuciar pañales ni generar pilas de ropa sucia.

Alguien que, con solo cuatro capítulos emitidos, se ha convertido en un icono de «mala madre» es Bridgette, la actriz soltera y veinteañera protagonista de SMILF. Ella es como la nueva Hannah, de Girls, pero con niño a cuestas. Su casa no pasaría el corte de un catálogo de cunas de diseño, porque en su hogar, en el que la comida escasea, se adeuda el alquiler y el dinero no alcanza para el autobús, madre e hijo comparten la misma cama.

El personaje creado, dirigido e interpretado por Frankie Shaw a partir de retazos de su propia vida es uno de los nuevos personajes sólidos de comedia iconoclasta. La creadora ha elegido el título, con sus connotaciones machistas, como reivindicación de aquellas mujeres que, aunque adoran a sus hijos, quieren conservar su habitación propia.