Más valor de los entrenadores, menos puntos intrascendentes

Fernando Rey Tapias LA PIZARRA

OPINIÓN

07 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Suenan bien las medidas que propone la ATP para que los partidos no sean tan largos ni primen la resistencia respecto al juego, como pasa en ocasiones. Los encuentros deben ser más ágiles en uno de los deportes de más imprevisible duración. Aunque me gustaría introducir matices.

Por fin se facilitará la comunicación con los entrenadores. El modelo actual desprestigia su figura, al impedirles participar en el momento más importante de su función. Pueden valer muchas fórmulas para permitirles intervenir: desde el uso de un pinganillo en los cambios, hasta la presencia en el banquillo una vez por set.

Adelante con la idea de acortar los partidos, pero más que fijar sets hasta cuatro juegos, los iniciaría con 2-2. ¿Por qué? Para los niños es mejor perder 6-2 que 4-0, y en el tenis espectáculo se respetarían los marcadores tradicionales.

También celebro que se eliminen los juegos casi intrascendentes del inicio de los partidos. Los jugadores deben dar el 100% desde el inicio. También valoro el punto de oro con 40-40 para evitar juegos maratonianos y añadir más puntos con el 100% de tensión. En cambio, el let del servicio no frenaba tanto el juego y no le encuentro beneficio a que valga que un saque golpee en la red y la pelota quede muerta al otro lado de la pista.

Encuentro muy positivo el reloj de los 25 segundos entre puntos, pero también limitaría el bote de los jugadores en el momento de concentrarse para servir. Antes se hacía dos o tres veces, como rutina de concentración, y ahora se abusa hasta el límite. Una falta de respeto para el espectador.

Se jugará sin jueces de línea, profundizando en el acertado uso de la tecnología en el tenis, como ya se hizo con el ojo de halcón. Y, por último, el movimiento del público ya se produce en algunos eventos. En Wimbledon no se mueve nadie, en Roland Garros el ambiente es más relajado y el barullo en Nueva York resulta constante.