Es imposible entender que unos desalmados hayan prendido fuego al monte, en varios sitios distintos, aprovechando que las condiciones de propagación de las llamas eran extraordinariamente propicias. Quizá haya incendiarios que lo son por el simple hecho de hacer el mal. Son personas que están descontentas con el mundo y lo manifiestan cerilla en mano, pero no lo hacen un día cualquiera, sino cuando el avance del fuego está asegurado. Habrá incendiarios que prenden fuego al monte por motivos inconfesables. También otros a los que les gusta el espectáculo del fuego, como a Nerón. Unos neroncitos. Y luego están los héroes (gentes con nombres y apellidos, nada de héroes anónimos, como se les llama) capaces de arriesgar su vida para ayudar a los demás, como ha ocurrido con el grupo de policías atrapados por el fuego en Chandebrito. Y las personas solidarias, que se vuelcan para ayudar a los demás, colaboran en la extinción de los incendios y ayudan a otras que lo necesitan y a las que no conocen de nada.