Ministerio independiente

Beatriz Pallas ENCADENADOS

OPINIÓN

20 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La actualidad secuestra a veces el lenguaje. Pronunciar en estos días palabras como independencia activa las alertas como si fuera un neologismo que no cumpliera siglos en el diccionario. Ocurrió el lunes en el esperado regreso de El ministerio del tiempo, esa serie de espíritu libre que, a pesar de caminar hacia adelante y hacia atrás por el pasado, destaca entre las ficciones más refrescantes que ofrece la televisión actual. Una de las frases más comentadas del capítulo fue una afirmación contundente de Irene: «Ser independiente nunca ha estado bien visto en este país». Hacía referencia al ansia de libertad creativa y había sido escrita mucho antes de que prendiera la mecha catalana, pero, al atravesar las puertas del tiempo hacia el presente, se transformó para algunos seguidores vigilantes en un gol al Gobierno desde la plataforma de la tele pública. Nada más lejos de la realidad, zanjó su creador. Hubo más frases cargadas de contenido, como «la historia también son los que yacen en las cunetas sin que nadie se acuerde de ellos».

Más allá de las sentencias, El ministerio del tiempo volvió a firmar uno de sus capítulos redondos y siguió alimentando su idilio con el espectador en escenas como aquella en la que Pacino se encuentra con un Miguel Bosé niño y le pronostica que no será torero, sino «cantante y de los buenos». Solo por la llegada de MdT ya merece la pena el final del verano.