Portugal, un socio a la altura del reto de la competitividad

Alberto Rocha TRIBUNA

OPINIÓN

10 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El sector textil ha desarrollado en Galicia importantes competencias en la gestión de la cadena de aprovisionamiento, hasta el extremo que empresas internacionales tienen puesto aquí el foco para reclutar talento en estas áreas, lo que se ha traducido en importantes fichajes.

Gracias a esto, lo que podría haber supuesto un serio problema -ya que actualmente resultaría muy complicado conseguir mano de obra en nuestra tierra para realizar las tareas más primarias y penosas del proceso productivo-, está totalmente solucionado, ya que existe la capacidad de gestionar cada tipo de producción en donde resulte más adecuado en cada momento y en las cantidades que requiera la demanda.

Contar dentro del territorio de la eurorregión que se configura entre Galicia y el norte de Portugal, donde existe un potente clúster natural alrededor del sector textil-moda, con un cliente del tamaño y capacidad de arrastre que tiene Inditex, ha sido sin duda decisivo en el que algunos consideran «milagro» económico portugués.

Pero sin ninguna duda, tanto sus empresarios como los demás agentes económicos y sociales, han sabido estar a la altura del reto que tenían ante sí, dando respuesta a la demanda de ir más allá de la mera subcontratación, para incorporar nuevos procesos y aportar soluciones a las necesidades de sus clientes. La situación es diferente en función de la región española de la que estemos hablando, ya que no es lo mismo la vinculación de las empresas catalanas o madrileñas que la existente entre las gallegas y portuguesas, puesto que en nuestro caso operamos dentro del mismo territorio, que además está fuertemente clusterizado, de forma que se ha conseguido potenciar al máximo la complementariedad, con una ventaja añadida, aunque parezca paradójica, que es la existencia de una frontera administrativa, gracias a la cual se han conseguido niveles de libertad económica y flexibilidad, cuya contribución a la mejora de la competitividad han sido factores decisivos para Galicia.