Lloro por ti, Venezuela

OPINIÓN

05 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Venezuela es un país que lo tiene todo para garantizar una alta calidad de vida a todos sus ciudadanos. Lo conocí desde la distancia el año 1992, cuando me tocó trabajar en el proyecto de una escuela agropecuaria por parte de Fe y Alegría, la oenegé de los jesuitas. Sobre el terreno, en el 2001, con ocasión de un congreso sobre ética en la Universidad Católica Andrés Bello, unos días de grato recuerdo en mi corazón. Y, sin embargo, hoy es un país sumido en la violencia, el caos, la miseria y el hambre, donde falta absolutamente de todo. En donde se evidencia lo certero que estuvo el filósofo alemán Hans Jonas cuando nos puso sobre aviso de que una generación de políticos malos puede poner en jaque a todo un Estado.

La última escena de esta tragedia es la convocatoria de una asamblea constituyente arbitraria, manipulable y dirigida en exclusiva a tratar de obviar a la oposición y perpetuarse en el poder. Esto sí que es excepcionalidad democrática y no lo que sucede en nuestro país; pero de todo esto Pablo Iglesias prefiere no hablar. Por cierto, que tampoco nos dice nada de los recortes y privatizaciones que su amigo Alexis Tsipras está llevando a cabo en Grecia, el mismo que le iba a enseñar a Rajoy cómo había que hacer las cosas. La demagogia solo conduce al abismo.