Las tildes del beisbolista

Francisco Ríos Álvarez
Francisco Ríos LA MIRADA EN LA LENGUA

OPINIÓN

07 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

A drián González es un jugador mexicano de los Dodgers, uno de los principales equipos de béisbol de Estados Unidos. No hace mucho introdujo en su camiseta un cambio que luce con orgullo: por primera vez aparecía su apellido con tilde, signo del español del que carece el inglés. Adrián González fue secundado inmediatamente por otros colegas hispanohablantes.

Estos jugadores se unían así a la campaña emprendida en Twitter con la etiqueta #PonleAcento, que invitaba a los beisbolistas hispanos -el 30 % de los de la Major League Baseball- a no renunciar a aquel elemento gráfico de su idioma.

Esa tilde o acento agudo es el único acento gráfico u ortográfico que se emplea hoy en español. En otras épocas se usaron también el grave (`) y el circunflejo (^). Es una raya oblicua que baja de derecha a izquierda (´). Se pone sobre una vocal, generalmente para indicar la sílaba en la que recae el acento prosódico, el relieve que se le da al pronunciar la palabra.

No todas las lenguas tienen acento prosódico. Entre las que lo poseen, unas lo indican con recursos gráficos, otras solo en ocasiones y algunas más no lo hacen. El español dispone de una ortografía que en este aspecto se ha ido perfeccionando a lo largo de los siglos. Actualmente, la tilde o su ausencia permiten saber dónde está el acento prosódico de cualquier palabra, aunque esta no se haya oído con anterioridad.

El español heredó del griego los acentos gráficos para indicar el acento prosódico, aunque no se usaron hasta mediado el siglo XVI, cuando nuestra lengua ya tenía varias centurias de vida. La precedió algún otro idioma europeo, como el italiano. Esa incorporación fue consecuencia del nuevo auge que a partir del siglo XV tomaron las obras clásicas griegas y latinas. Sin embargo, aún a principios del siglo XVII se publicaban obras en español sin estos signos diacríticos, que se generalizaron poco después. No había entonces un criterio ni una norma, por lo que cada cual tildaba a su manera. En ese panorama, el acento agudo era el menos empleado, aunque fue el preferido de las ortografías que empezaron a publicarse. Por él apostó decididamente el Diccionario de autoridades, una elección confirmada en 1741 por la primera ortografía de la Academia.

Además del español, hoy emplean tilde otros idiomas, aunque a veces con otras funciones. Con las vocales la usan, por ejemplo, el gallego, el portugués y el neerlandés. Algunas lenguas, como el catalán y el italiano, la utilizan solo con algunas vocales, y varias más -polaco, islandés, checo, galés y eslovaco- también tildan algunas consonantes. Otras, pobres, carecen de tildes.