Llegaron los Reyes Magos

Ignacio Bermúdez de Castro Olavide PASOS SIN HUELLAS

OPINIÓN

06 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando esta mañana La Voz de Galicia llegue a sus manos, los Reyes Magos ya habrán iniciado su regreso a Oriente para, tras escasos días de merecido descanso, comenzar a preparar su visita del venidero año. En esta ocasión, las peticiones de mi carta fueron atípicas, pero no por ello dejaron de ser más importantes que nunca. No les negaré que mi desilusión sería grande si no me encontrara en el salón de mi casa, a la diestra de mis zapatos, los dos libros que en estos momentos más me interesa leer: Los Románov (1613-1918), de Simon Sebag Montefiore, y Hitler y Stalin (Vidas paralelas), de Alan Bullock.

No obstante estos regalos no son más que libros. Si no los leo en los próximos días, ya lo haré más adelante. Lo que más ilusión me haría, y lo que realmente ocupa el noventa y nueve por ciento de mi mayestática misiva, es que Sus Majestades hagan uso de su magia y consigan que de una vez por todas se terminen las que para quien esto escribe constituyen dos de las lacras más dramáticas que asolan a nuestra sociedad: la violencia machista y la ingestión masiva de alcohol por parte de nuestro menores.

Y se lo pido a los Magos, ya que los mandamases terrenales poco o nada hacen al respecto. Declaran día tras día que la solución de estos problemas constituye su principal reto, pero en el años 2016 cuarenta y nueve mujeres han resultado asesinadas por sus parejas o exparejas, y más de mil violadas (que hayan denunciado; por desgracia, serán probablemente muchas más). Por otro lado, más de cinco mil comas etílicos de menores han sido atendidos en nuestros hospitales.

No son resolutivas nuestras autoridades competentes. Por falta de medios o por lo que sea, pero no lo son. Por eso recurro a Melchor, Gaspar y Baltasar. Son muy buena gente, y aman infinitamente a los más vulnerables: los niños y su salud, y las mujeres maltratadas por trogloditas.