Preguntas que la muerte de Castro suscita

Xose Carlos Caneiro
Xosé Carlos Caneiro EL EQUILIBRISTA

OPINIÓN

28 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

En el 2008, cuando gobernaba el bipartito, una expedición literaria gallega acudió a La Habana. Yo, que estaba invitado por la Xunta de Galicia, no quise ir. Con ese desconocimiento de la isla, mi impresión sobre la dictadura cubana resulta extrínseca y limitada únicamente a las informaciones publicadas. Aún así, me atrevo a escribir este artículo interrogatorio (para aclarar mi desconocimiento).

La columna está motivada por un par de egregios intelectuales gallegos reflexionando sobre Castro y por las declaraciones de Ana Pontón expresando su opinión al respecto. Antes me explico. El diálogo tuitero entre intelectuales patrios era: «Es importante el matiz. En Haití, después del terremoto, en los lugares abandonados de Dios te encontrabas a un médico cubano»; el otro añadía: «E na África do ébola, tamén». Ana Pontón, en un acto para reclamar la AP-9 libre de peajes (a ello me sumo) significó: «Falece un referente da revolución cubana, un referente da loita polos dereitos dos pobos, polos dereitos humanos». Y continuó: «Vaise un referente para os que cremos que é posible un mundo máis xusto e igualitario». Empiezo con las preguntas, pues.

¿Qué pensarían los intelectuales gallegos de un mandatario político que vistiese de militar la mayor parte de los días de su vida? ¿Qué pensarían de aquel que ordena ejecutar a tres hombres que cometieron el delito de secuestrar un transbordador para huir a EE. UU.? (sucedió en el 2003, a los miles de ejecuciones pretéritas no me refiero, como tampoco lo hago a los innumerables presos políticos). ¿Si Cuba es un ejemplo, fundamentalmente para este Estado gobernado por la derecha, por qué todo el mundo dice que se vive mejor en España? ¿Puede tener algo bueno, desde el punto de vista de un intelectual, aquel que prohíbe la libertad de expresión? ¿Cómo se puede decir que defiende los derechos humanos aquel que le quita la palabra al ser humano? ¿De qué sirve la sanidad cubana si, por su aislamiento internacional, carecen de medicamentos para poder ejercer la ciencia médica? ¿Si Castro defendía un mundo más igualitario, por qué sus familiares y los adeptos al Gobierno viven mucho mejor que el resto de sus compatriotas? ¿Cómo se puede defender desde Galicia, aunque sea mínimamente, a aquel que desheredó a cientos de gallegos, les arrebató sus propiedades y los condenó a la miseria? ¿Por qué apenas se denuncia la homofobia y el machismo cubano? ¿Si lloramos cada semana a los hombres y mujeres que mueren en el Mediterráneo, por qué no recordamos a los miles que murieron en el océano camino de Florida? Y, finalmente, ¿por qué Fidel Castro gozaba de la complicidad (cuando no el aplauso) y el silencio de la mayor parte de la intelectualidad gallega? La repuesta la dio Pontón: era un referente en la lucha por los derechos humanos. Es importante el matiz.