El derecho a escribir y la libre expresión

Yashmina Shawki
Yashmina Shawki CUARTO CRECIENTE

OPINIÓN

30 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Esta semana se celebra el 82.º Congreso Pen Internacional en Ourense. Un encuentro anual donde escritores de todo el mundo se reúnen para tratar los temas que afectan al oficio de escribir, fundamentalmente los relativos a las amenazas y ataques que sufren. El asunto clave es el libre ejercicio de la expresión y la opinión. El derecho que nos asiste a todos aquellos que vivimos el viejo oficio de las letras y la transmisión de las ideas es, sin duda, uno de los más difíciles de determinar. Mi derecho llega hasta donde la verdad y la justicia deba alcanzar, pero, ¿y si en el camino perjudico a quien no debería? Complicada tesitura.

En cualquier caso, estas disquisiciones van un paso más allá de la prosaica realidad de muchos países, en los que, el simple hecho de coger un bolígrafo o enfrentarse al teclado de un ordenador implica el riesgo de ser privado no solo de la libertad, sino de la propia vida.

Así, hace pocos días el caricaturista jordano Nahed Hattar fue asesinado en las escaleras que conducían al tribunal donde iba a ser juzgado por una caricatura considerada blasfema e insultante contra el islam. Entiendo que haya airado a muchos, porque muestra el hartazgo, no solo del autor, sino de cientos de millones de personas, con los argumentos y la táctica del terror que algunos radicales ignorantes esgrimen y que, no solo no están recogidos en sus escritos sagrados sino que, además, van contra el sentido común. Un hartazgo contra todo lo que coarta la libre crítica y el derecho a no profesar una fe que en absoluto compartimos. Un hartazgo contra el miedo a ser libre para pensar, opinar y expresar. Por ello, encuentros como los del Pen Internacional son cada vez más necesarios.