La empresa privada a la Luna

Manuel Luis Casalderrey
Manuel-Luis Casalderrey RINCÓN ABIERTO

OPINIÓN

16 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Solo Estados Unidos ha conseguido que los seres humanos pisen la superficie de la Luna. Los demás han enviado sondas que han orbitado a su alrededor o depositado artefactos diversos para recopilar y remitir informaciones. Hasta ahora, las misiones estaban promovidas exclusivamente por Gobiernos.

Sin embargo, Estados Unidos acaba de otorgar un permiso a la empresa privada californiana Moon Express para enviar a la Luna un robot que se sitúe sobre la superficie del satélite y que incluso se mueva a saltos por ella. La misión comenzará a mediados del 2017. Tendrá un doble objetivo. Por un lado, transportar objetos desde la Tierra hasta la Luna, como sería el caso de cenizas. Es decir, restos humanos (y ya veremos si también de mascotas) procedentes de incineraciones. Por otro, recolectar recursos que se encuentren en la Luna y sean de interés.

Al principio, la carrera hacia la Luna fue una lucha científico-tecnológica entre Estados Unidos y la URSS, para intentar llegar antes y demostrar al contrario quién estaba más preparado para conseguir el reto. El dinero empleado en estas misiones lo aportaban los Estados y no se buscaba rendimiento del capital invertido. Si bien es cierto que la tecnología creada para viajar a la Luna acabó beneficiando a la humanidad, aplicada en multitud de aparatos que se han vuelto cotidianos.

Ahora el panorama cambia radicalmente. Las empresas privadas buscan beneficios a sus inversiones. Si quiere que sus cenizas se conviertan en polvo de Luna, deje una buena herencia.