La disyuntiva de Erdogan

Gonzalo Parente VENTANA AL MUNDO

OPINIÓN

06 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Después del fracaso del golpe militar y la represión subsiguiente, una vez acabados los disidentes de la Justicia, la enseñanza y el Ejército, en total unos seis mil, el presidente turco debe decidir el rumbo a seguir. Puede decidir ir hacia el Occidente europeo, el Oriente asiático o el Medio Oriente musulmán. La decisión que tome estará condicionada por factores geopolíticos y geoestratégicos muy importantes, y un error puede significar un desastre para varias generaciones.

En primer lugar, Turquía tiene un pie en Europa (Estambul), pero son vecinos de Rusia en el Mar Negro, a la vez que controlan el Estrecho de los Dardanelos, mientras que poseen una larga costa en el Mediterráneo oriental y además es una nación de mayoría musulmana, lo que les liga a una gran comunidad de más de mil millones de creyentes. En segundo lugar, Turquía ha sido y es un fiel aliado en la OTAN, de lo que están muy orgullosos, y son bien considerados por los países occidentales. España está en tratos para construir dos barcos de asalto anfibio y nuestros soldados defienden el aire turco con una batería de misiles Patriot allí desplegada. Por estos y otros factores Erdogan tiene que decidir el futuro de Turquía.

Pero Erdogan se encuentra con dificultades en el interior del país, tiene que combatir a tres enemigos que están dispuestos a derribarlo con ataques terroristas: la organización terrorista del clérigo Fetullah Gülen, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y el Estado Islámico. Con todos ellos tendrá que luchar, y para ello necesita de los apoyos de sus aliados.