Votaciones que carga el diablo

Eduardo Riestra
Eduardo Riestra TIERRA DE NADIE

OPINIÓN

03 jul 2016 . Actualizado a las 09:57 h.

L o que viene a decir Pablo Iglesias con su diagnóstico sobre el fiasco de los resultados de Podemos es que sus votantes son en realidad jugadores de blackjack, que apuestan a acercarse lo más posible a la mayoría pero sin pasarse. Extraños votantes, que lo apoyan hasta cierto punto. Que lo usan como los padres de antes al Coco para que los niños comieran. Con el brexit pasó un poco lo mismo, porque ahora los británicos se rasgan las vestiduras y se azotan con látigos de siete colas como penitentes chiíes en la Ashura o filipinos en la Semana Santa. Los galeses y los ingleses del rural han sacrificado a Escocia y a Gibraltar como las tribus africanas en el siglo diecinueve entregaban a sus ladrones a los esclavistas árabes. Picardo, que se viene arriba en cuanto te descuidas y se cree Napoleón, quiere negociar la permanencia en Europa de su peñasco, y se permite el lujo de insultar al ministro Margallo porque no le compra la idea. Lo más europeo que tiene Gibraltar es a Molly Bloom, que debutó con Joyce en París. Pero los que tenemos gotas de sangre inglesa en las venas sabemos por casa que la ropa vieja no se tira, sino que se guarda en la parte más remota del armario «for the continent». Es decir, para cuando vayamos de viaje a Europa. Esa ha sido siempre la mentalidad de los británicos, de infantil arrogancia. Porque no hay que olvidar que Rule Britannia!, Britania gobierna sobre las olas y que los británicos nunca, nunca, nunca serán esclavos... Más que de sí mismos, por lo que se ve.