Sálvame del poli

Jorge Mira Pérez
Jorge Mira EL MIRADOR DE LA CIENCIA

OPINIÓN

08 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El detector de mentiras o polígrafo es un aparato muy popular, icónico gracias al cine y la televisión. Inventado en los EE. UU., en ese país es usado en algunos procedimientos judiciales y, por influencia cultural, hemos llegado a creer que es una prueba casi infalible. Pero ¿sabía usted que parte de la comunidad científica experta en el tema le niega validez, e incluso lo cataloga como «pseudociencia jurídica»?

De esa opinión es el genetista Ángel Carracedo, cuyo grupo es líder mundial en el campo de la ciencia forense, una disciplina en la cual los centros de los EE. UU. no están al nivel de los europeos. ¿Por qué? Un motivo podría ser que los europeos están vinculados al ámbito académico, universitario. Al otro lado del Atlántico, no tanto: los centros encargados de dar soporte científico a la Justicia se generaron a partir de agencias policiales (como el FBI), siguen muy vinculados a ellas y, por lo tanto, no están tan conectados con el mundo académico ni tienen tanta tradición investigadora. Ese cordón umbilical con la ciencia básica (no siempre correctamente ponderado) posiblemente eleve el promedio de espíritu crítico de los europeos que trabajan en este campo y tienda a hacerlos más inmunes a ciertas inercias peligrosas. La del detector de mentiras parece ser una de ellas. El aparato mide ciertas variables fisiológicas, y seguro que las mide bien: lo que no está demostrado científicamente es que la mentira se pueda detectar a través de esas variables.