Galicia cumple mejor que nadie

Fernando Salgado
Fernando Salgado LA QUILLA

OPINIÓN

26 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

España incumplió el objetivo de déficit público señalado para el 2015 y el ministro Montoro echó las culpas a las comunidades autónomas. Solo tres -Galicia, País Vasco y Canarias- hicieron los deberes prescritos. Y eso permitió al presidente de la Xunta de Galicia sacar pecho y exhibirse como el alumno más aventajado de la clase. Lo que no explicó el mandatario autonómico fue la fórmula para conseguirlo. ¿A base de reducir el gasto improductivo, suntuario o superfluo? ¿Mediante una subida de los tributos propios? Nada de eso. El secreto del éxito estriba en limar más que nadie tres de los pilares que sostienen el Estado del bienestar, cuya gestión corresponde a las comunidades autónomas: la sanidad, la educación y los servicios sociales.

Los datos presupuestarios, a la vista de todos en la web del Ministerio de Hacienda, no me dejarán mentir. En el período 2008-2015, el presupuesto de la comunidad autónoma gallega disminuyó un 8,7 %. Casi mil millones de euros menos, más de la mitad esquilmados de aquellas tres funciones básicas. En esos siete años, el gasto de las demás autonomías, aunque también aplicaron recortes en sanidad y educación, aumentó en 5.420 millones, un 3,6 % de incremento.

Más contundente aún resulta el análisis de lo sucedido en los últimos cuatro años. Entre el 2011, inicio de la era Rajoy, y el año pasado creció ligeramente el gasto autonómico en Galicia, pero se redujo un 5,9 % el gasto en los tres servicios fundamentales que gestiona la Xunta. La dotación del sistema educativo disminuyó un 9,6 %, la del sistema de salud un 2,6 % y la de servicios sociales un 11,3 %. El gasto restante creció en 452 millones, nada menos que un 13,6 %.

El contraste entre Galicia y las otras dieciséis autonomías resalta también al examinar la evolución de los gastos en personal. En el 2011, el importe de las nóminas abonadas por la Xunta ascendió a 3.615,8 millones de euros. En el 2015 pagó a los funcionarios 3.382 millones, un 7,3 % menos. Casi todo el ahorro se obtuvo al cercenar las plantillas de educación (-11,7 %), servicios sociales (-8,4 %) y sanidad (-3,3 %). Menos profesores, menos médicos y menos asistentes sociales. Las demás comunidades autónomas, más espabiladas o más irresponsables -utilice el lector el adjetivo que prefiera-, hicieron exactamente lo contrario: aumentaron un 3,1 % el gasto total en nóminas, insuflaron 2.723 millones adicionales para remunerar al personal sanitario y recortaron un 4 % el gasto en el resto del capítulo I. Mientras en Galicia caía el gasto en personal sanitario, en el resto de España avanzaba un 13,7 %. Así son las cosas.

Campeones en el manejo de las tijeras de podar. Este es el título al que nos hicimos acreedores. Queda claro el sacrificio realizado, pero desconozco el premio que conlleva el galardón. Por eso no entiendo de qué se vanagloria nuestro presidente. Cuando lo escucho solo me viene a la mente un remedo del viejo refrán: Dime de qué presumes y te diré de qué carecemos.