Investidura fallida y legislatura de prácticas

Jaime Miquel
Jaime Miquel LÍNEA ABIERTA

OPINIÓN

02 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Según una encuesta realizada por Metroscopia, el 50 % de los votantes del PP prefieren que su partido se abstenga en las votaciones para facilitar la investidura del candidato socialista, Pedro Sánchez. Son 3,6 millones de electores que votaron al PP el 20D, pero necesitan soluciones consensuadas y esperan que los políticos alcancen acuerdos centrales, como este que se les propone.

En otro espacio electoral, un 45 % de los votantes del PP se manifiestan contrarios a la investidura de Pedro Sánchez. Estos votantes consideran que su partido ha ganado las elecciones y le corresponde gobernar a Mariano Rajoy. Muchos de los más mayores votan sobre todo contra el rojo, como otros de su edad que votan al PSOE lo hacen contra el fascista; otros defienden sus pensiones y votan a quien las garantiza mejor, mientras que los más jóvenes de estos votantes del PP lo hacen porque los nuevos no son distintos, somos así o esto funciona así. Se trata de tres millones doscientos mil electores que se radicalizan con Soraya Sáenz de Santamaría y Mariano Rajoy, porque califican de izquierdas o socialista lo que respalda la mayoría social y firmaría cualquier formación política. Se llevan al PP a la esquina donde se terminó la broma, donde solo están ellos, la auténtica garantía de la unidad de España y los únicos capaces de gestionar la economía. Alternativamente, el caos. Se trata de los radicales del Gobierno en funciones definiendo el núcleo fundacional del espacio Le Pen en España, un lugar electoral de cuatro millones de electores y otros aportes menores para el que tampoco sirve el liderazgo del presidente Rajoy.

Por otra parte, el 56 % de los votantes de Podemos consideran que los diputados de Pablo Iglesias deben abstenerse en las votaciones para facilitar la investidura del líder socialista, registro que se alza hasta el 67 % en el caso de los votantes del PSOE. Lo que significa que más de la mitad de los que votaron al PSOE y a Podemos el 20D, castigarán a quienes dejen a Rajoy en la interinidad pudiendo investir al líder del PSOE. Porque esto se traduce en frustración, culpa, hartazgo y abstención electoral.

Se puede decir que el Parlamento actual es idóneo para producir grandes reformas y leyes duraderas, porque exige la construcción legislativa desde los conceptos que son comunes, aquellos en los que están todas las partes de acuerdo. Luego se visualiza perfectamente que el problema es de estigma de los partidos históricos, ahora repudiados, y de cultura política de todos.

Tenemos un camión nuevo que nadie sabe cómo se conduce, porque está cargado de tecnología que conocen bien los jóvenes, pero también de reductoras y palancas que entienden mejor los más mayores. Lo que determina que la legislatura que se resiste a comenzar será de prácticas y, por lo tanto, lo más corta posible. En definitiva, el PP no se puede presentar a otras elecciones con Mariano Rajoy, porque le regalaría la campaña a Ciudadanos, mientras que la culpa del fracaso de Pedro Sánchez ya está penalizando a Podemos, pero también al PSOE.