Agresividad terapéutica

OPINIÓN

29 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace unas semanas se defendió en la Facultad de Medicina de Santiago una de esas tesis doctorales que no solo le sirven a su autor para conseguir el título, sino que también tienen una utilidad práctica. Me refiero al trabajo de Paco Barón, un oncólogo de amplia trayectoria profesional.

Pues bien, la tesis en cuestión concluye que el 25 % de los enfermos de cáncer en estado terminal sufren agresividad terapéutica. Lo cual es, a todas luces, una barbaridad para los propios pacientes, pero también para sus familiares, para el sistema público de salud (que desperdicia recursos) y para los profesionales que en él trabajan (que se queman). Hay que parar esto. Entre todos debemos generar una nueva cultura asistencial, en la que impere el sentido común. Y es que evitar la obstinación terapéutica requiere tanta destreza y buen juicio como el empleo del arsenal terapéutico que está a disposición del médico. Cuándo aprenderemos que no es una buena práctica clínica, y por tanto tampoco resulta ético, utilizar la química o la cirugía cuando lo único que está indicado es el tiempo, las palabras y los cuidados.