Populismo con sustancia

Luís Pousa Rodríguez
Luís Pousa FARRAPOS DE GAITA

OPINIÓN

24 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los gurús han definido su ideología como «populismo con sustancia». Ha cimentado su carrera arremetiendo una y otra vez contra las élites políticas de la capital. Asegura que su objetivo es devolver el país a la gente de la calle, a la clase trabajadora, al ciudadano de a pie. Por eso abomina del sistema, de las castas, del establishment.

Se forjó como líder local en un pequeño municipio al norte de su país, donde se hizo célebre por plantar cara a las corporaciones industriales y empresariales y defender los intereses de la gente común.

Odia (por decirlo suavemente) a los medios de comunicación tradicionales. Piensa que distorsionan su mensaje, que llega manipulado y fuera de contexto al votante. Cree que los grandes conglomerados mediáticos forman parte inseparable del sistema y que este, cuando percibe que un político es una amenaza para esas élites, lanza contra él a la prensa para aplastarlo como si fuese un insecto molesto:

-No soy un miembro del establishment político. He aprendido rápido que si no eres un miembro de la élite, algunos en los medios te consideran un candidato sin cualificar solo por esa razón. Pero quiero decirles a esos periodistas y comentaristas que no he venido a buscar sus opiniones favorables, sino a servir a los ciudadanos de este país.

Hace solo unos días estuvo en Ames junto a uno de los líderes emergentes de su partido, que le rescató de las tinieblas exteriores para compartir atril mitinero y discursos reivindicativos.

Su mentor no se anduvo con rodeos y caldeó la intervención a dúo con un directo al hígado de esas élites extractivas que han arruinado la vida de la humilde ciudadanía:

-¡Vamos a mandarlos al infierno!

En Ames se escucharon palabras duras contra los aparatos de los grandes partidos. Contra la vieja política. Contra las élites que lo controlan todo. Contra la globalización y el cambio socioeconómico impuestos por las multinacionales. Contra la devaluación salarial y el empobrecimiento de la buena y sencilla gente trabajadora de su país.

Entonces se gustó, desenfundó la artillería pesada y soltó un aviso a navegantes:

-Nos aprietan el cuello y nos dicen: «Venga, relájate, no te lo tomes a mal». Bueno, pues nos lo tomamos a mal, que se vayan acostumbrando.

Se llama Sarah Palin. Y el martes actuó de telonera de Donald Trump en Ames, Iowa.