Estamos donde estábamos

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto S. Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

06 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Escuchando a algunos líderes políticos, o lo que sean, echar las campanas al vuelo por el derrumbe del proceso independentista catalán, uno se pregunta si vivimos en el mismo país o si ellos disponen de una varita mágica que los demás no acertamos a adivinar. Porque, a día de hoy, el único descarrilamiento que se ha producido es el de colocar al atolondrado Artur Mas como presidente de la Generalitat. Todo lo demás sigue igual y estamos donde estábamos. Con una declaración de independencia sobre la mesa, con la voluntad de seguir avanzando y con un problema de envergadura que no sabemos cómo resolver.

Porque aquí lo que se discutió para la elección de presidente de la Generalitat no es si la rebelión debe seguir o no, que eso parece fuera de toda duda; lo que se rechazó es que el heredero de la familia corrupta lidere el proceso. No se descabalga a Mas porque haya traicionado, ni tan siquiera defraudado al independentismo. Se le rechaza porque se entiende que alienta o ampara los descarados negocios que inundan a sus protectores.

Por eso hay que decir que el problema persiste y, por lo tanto, estamos en el mismo punto que hace un mes. Con dos millones y medio de catalanes que se sienten robados y maltratados por España y que se quieren ir no saben muy bien adónde, y con el 47,74 % de votantes que se pronuncian por la insurrección, aunque muchos de ellos crean que Mas es un obstáculo por sus prácticas poco claras. Se discutió a Mas, no al proceso soberanista, como algunos quieren entender. O lo mismo pretenden que lo creamos, como si no supiéramos leer.