Acaba de finalizar el Año Internacional de la Luz y de las Tecnologías Basadas en la Luz. A lo largo del 2015 se han desarrollado numerosas actividades promovidas por instituciones científicas (en España, el Centro Superior de Investigaciones Científicas) y universidades para tratar de cubrir los objetivos establecidos por Naciones Unidas en la proclamación del año internacional de la luz.
Los comienzos siempre son fáciles: Dios separó la luz de las tinieblas. Sin embargo, hubo de transcurrir mucho tiempo (desde los griegos clásicos hasta nuestros días) para que la naturaleza de la luz quedase establecida. Hoy se considera que la luz tiene una doble naturaleza: está formada por corpúsculos (fotones) que llevan una onda asociada. Cuando se propaga, la luz se comporta como una onda. Al interactuar con la materia (absorción y emisión de luz, efecto fotoeléctrico), aflora su naturaleza corpuscular.
Les deseo que el 2016 los lleve por senderos llenos de vida, de luz y de felicidad.