El 20D según los niños

César Rodríguez Pérez
César Rodríguez JUEGO DE TRONOS

OPINIÓN

22 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

«Tendrán que repetir las elecciones, ¿no?». Este sincero, espontáneo y certero diagnóstico lo hizo un niño de seis años, que apenas sabe sumar y restar, cuando sus padres intentaron explicarle lo que pasó el 20D.

Será muy difícil gobernar. Y habrá que volver a hacer política. Tal vez a la italiana. Lo confirmaron los primeros movimientos de las dos fuerzas situadas más a la izquierda en el nuevo sistema político, el cuatripartidismo.

Ni Podemos ni PSOE quieren gobernar juntos. Lo han dejado muy claro. Creen que pueden sacar más réditos si se quedan en la oposición. Saben, como lo sabría también un niño, que la legislatura será corta, intensa e inestable, y que no conviene desgastarse ahora. Les gustaría que lo hiciera el otro. Pero como eso no va a pasar (a Pedro Sánchez no le dejaría la baronesa andaluza y la ambición de Iglesias no se colma con una vicepresidencia), los números mandan. Y dicen que intentará gobernar en minoría el PP, como partido más votado.

¿Quién será el presidente? Pues Rajoy lo tiene muy difícil. El PSOE, atrapado en un gran dilema, parece que va a bloquear su investidura. Y traspasará otro debate shakesperiano a sus grandes rivales históricos. ¿Qué hará el PP? ¿Intentará sacrificar a su actual líder, que llenó las listas de gente muy afín, para emprender la complicada tarea de gobernar en minoría? ¿O escogerá volver a las urnas? Si alguien no se vuelve loco, no hay más escenarios. Decida lo que decida, el partido de la gaviota sufrirá un gran desgarro, una conmoción.

La sucesión no sería fácil. Siempre han sonado nombres como los de Soraya o Feijoo. Pero cualquier relevo en favor de ellos no tendría coste cero. Las voces atronadoras de Aznar y Aguirre se dejarían oír con fuerza. Y en el barullo intentarían sacar petróleo Ciudadanos, el gaseoso partido «de lo que haga falta», y Podemos, que tiene a tiro al PSOE y podría ser el primero en desbancar a los partidos tradicionales. El cambio empezó ayer. Y la batalla por el reemplazo del poder político no ha hecho más que empezar. Lo saben hasta los niños.