El motor urbano del descontento

OPINIÓN

21 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La provincia coruñesa es un buen termómetro de lo que ocurre a nivel estatal. Las tres ciudades del Finisterre resumen el crisol de la situación política española, donde lo viejo se resiste a «morir» empujado por lo nuevo. Pero lo cierto es que el descontento de las áreas urbanas de A Coruña, Santiago y Ferrol -cuyo primer aviso llegó en las municipales- resume como pocas zonas la nueva política. El PP se mantiene como líder, pero a más de diez puntos de sus mejores datos, mientras En Marea devora a todos los partidos de la izquierda que se mantuvieron al margen de su particular gran coalición: el PSOE y el BNG.

En clave local, el alcalde de Ferrol, Jorge Suárez, recibe un espaldarazo en las urnas con un espectacular incremento de apoyos, que se sitúan en el entorno del 30 % y con cuatro mil votos más que su socio de gobierno, los socialistas, que caen por debajo del 20 %. En A Coruña, el PP recobra una pequeña parte del apoyo perdido en las municipales, pero la Marea resiste a costa de un PSOE cuya enorme sangría en Galicia es una hemorragia imparable en las urbes atlánticas. Valga como síntoma de esa agonía ante las urnas los fiascos de sus dos principales rostros en la provincia: tanto su presidente, Julio Sacristán, como el presidente de la Diputación, Valentín González Formoso, ven como En Marea se impone en Culleredo y As Pontes, los dos principales feudos del PSOE en A Coruña.

En estado terminal queda un BNG obligado a redefinir objetivos y estrategia. Ni siquiera allí donde gobierna ha conseguido pasar del quinto puesto. Su futuro es la otra gran incógnita de este 20D