Los políticos y el humor amarillo

César Rodríguez Pérez
César Rodríguez JUEGO DE TRONOS

OPINIÓN

13 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La precampaña es un circo de tres pistas. Cosas de la nueva política han llevado a los diferentes candidatos a intentar proezas -montar en globo o subirse a coches de rali- y a desfilar por platós del mundo rosa y estudios de radio futbolera. Hay que salir todos los días, dejarse ver, parecer humano, no generar rechazo y transmitir buen rollo.

Es como si Mariano, Pedro, Pablo y Albert se hubieran apuntado a una reedición del mítico programa Humor Amarillo (el que presentaba el prestigioso cineasta Takeshi Kitano; el que inmortalizó al falso y famoso «chino Cudeiro»). Y estén dispuestos a que les sometan a todo tipo de vejaciones y canalladas con la excusa de conseguir impacto mediático. Por un puñado de votos se puede hacer de todo.

Quedan cinco semanas para las elecciones del 20D. Y acabaremos cansados de estos cuatro mosqueteros, de este póker de primeros actores que viven y representan permanentemente un papel sobre un gran escenario, España. La sobreexposición mediática tiene sus peajes. Si tienes que poner buena cara y hablar de forma elocuente 24 horas siete días a la semana tal vez no quede mucho tiempo para pensar en lo que se dice. ¿Quién lo hace por ellos? ¿Quién quiere hacerlo por nosotros? ¿Es posible encontrar la verdad en un argumentario?