Los arquitectos del fútbol

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

30 oct 2015 . Actualizado a las 16:45 h.

Vivimos un renacimiento en los dos grandes del fútbol gallego, sobre todo en el sur. Da gusto ese fútbol celestial de los celestes. Pero también emociona, aquí en el norte, la resurrección del Dépor. Si en el Celta son un espectáculo de talento el trío maravilla (Orellana, Aspas y Nolito); en A Coruña es asombrosa la intensidad y los recursos de un Lucas Pérez que, además de buen chaval, instaló en el pie un gatillo prodigioso. Los de arriba lucen más. El gol lo es todo en fútbol. Pero hay que buscar más atrás, para encontrar a las dos estrellas de ambos equipos. Son, por supuesto, Augusto Fernández y Pedro Mosquera. Están en las estadísticas de la Liga como pasadores, como recuperadores, en las entradas con robo. Son la clave sin la que se caería la bóveda del fútbol que plantean Berizzo y Víctor Sánchez. Son arquitectos, no futbolistas. Siempre hubo sobre la cancha centrocampistas de calidad, pero, de un tiempo a esta parte, la figura del mediocentro es el equilibrio de un once. De Mauro Silva con sus cinco pulmones y que era una esponja, al estilismo de Guardiola con sus desplazamientos en largo, pasando por un Augusto y un Pedro Mosquera que son la quintaesencia de la elegancia. Suelen ser la solución, no el problema. Es más, arreglan los problemas cuando saltan las alarmas. Están siempre ubicados. Brújulas. Fieles de la balanza. Ambos parecen que no lo saben hacer mal. Se oye mucho que algún grande del fútbol europeo se puede llevar a Nolito o a Lucas Pérez, a mí me entra terror si los ojeadores deciden que el equilibrio que le falta al Barça o al Chelsea, por ejemplo, puede estar en las botas telescópicas de Augusto o de Pedro. Estos dos no pierden el sitio ni a propósito. No los desubica ni un tornado. Que no se los lleven. Da gusto ver jugar a estos Beckenbauer que nos han salido en Galicia.