El cerrojazo de Maduro Moros

Julio Á. Fariñas GUARIMBAS

OPINIÓN

30 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Salvo milagro de Nuestra Señora de Coromoto, patrona de Venezuela, harto improbable, el cierre de la frontera con la vecina Colombia y el estado de excepción decretado en diez municipios fronterizos hace diez días pueden ir para rato.

«No voy abrir la frontera hasta que no se restituyan los derechos humanos del pueblo venezolano», dijo el pasado viernes el presidente Nicolás Maduro Moros durante un encuentro con el Movimiento Nacional de Mujeres por la Patria, en Caracas.

El sucesor del comandante justificó las medidas adoptadas como respuesta «a la campaña en Colombia contra mí y contra la patria venezolana de la oligarquía colombiana».

Según el inquilino del palacio de Miraflores, los responsables de todos los males de Venezuela -desabastecimiento, inseguridad, la inflación más alta del mundo, corrupción, bancarrota económica y un largo etcétera- son los paramilitares colombianos a las órdenes del expresidente colombiano Uribe, los malos, porque los buenos, los de las FARC y el ELN que se mueven por Venezuela a sus anchas, a esos ni los menta.

De nada han servido los llamamientos a la sensatez de su homólogo Santos recordándole que de los más de cinco millones de colombianos asentados en territorio venezolano -existen varios indicios de que el propio Maduro es uno de ellos- no son paramilitares sino pobres emigrantes.

Las encuestas, una vez más, tienen mucho que ver con lo que está pasando. Las últimas dicen que si hoy hubiese elecciones, votaría casi el 80 % de los venezolanos y solo el 26 % al partido del ungido Maduro Moros.