Ataque al tren de Ámsterdam a París

Yashmina Shawki
Yashmina Shawki CUARTO CRECIENTE

OPINIÓN

23 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Podía ser el guion de una película de acción pero, como suele suceder en los últimos tiempos se ha tratado de un hecho real. Por fortuna, lo que pudo haber sido una masacre, al final resultó un terrible ataque con un número de bajas relativamente reducido, aun cuando, en cualquier caso, tres heridos, dos de ellos graves, es demasiado. Pero, gracias a la casualidad, al destino o a los hados, en ese tren que comunicaba Ámsterdam con París, viajaban dos marines norteamericanos y un británico valiente, quienes al escuchar el característico sonido de un fusil cargándose y descubrir a un hombre armado hasta los dientes, lograron reducirlo e impedir que agrediera a muchos pasajeros.

Obviamente, es una nueva y muy seria advertencia de que no podemos bajar la guardia, de que los medios de transporte son un objetivo prioritario de los terroristas, por la posibilidad de ocasionar muchas bajas en un solo golpe, y que toda Europa es su campo de acción. Ahora, lo que debe preocuparnos es cómo un hombre ha podido subir a un tren intereuropeo con 554 pasajeros a bordo, con un arsenal en su bolsa sin haber sido detectado. Un fallo de seguridad clamoroso que nos pone en evidencia y, sobre todo, en peligro a todos, algo inadmisible en el estado de alerta que se supone que vivimos y que hay que remediar ya, sin dejar que cunda el pánico.