Cambios en María Pita

Ignacio Bermúdez de Castro
Ignacio Bermúdez de Castro PASOS SIN HUELLAS

OPINIÓN

21 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Savia nueva ha llegado al palacio de María Pita, sede del Ayuntamiento coruñés. Atrás quedan los alcaldes que hicieron de A Coruña una de las principales ciudades de España. Duela a quien le duela, esto es una verdad incuestionable. Pero tampoco hizo falta que los pretéritos regidores coruñeses fueran unos fenómenos. Solo muchos años de dedicación al partido, una férrea preparación intelectual y de gestión y dieciséis horas de trabajo al día encaminadas a que la ciudad funcionase a las mil maravillas. Pero los recién llegados con la Marea lo hacen todo mucho más fácil, lo que dice mucho de su aptitud para gestionar la cosa pública. Quince días antes de las elecciones no los conocía nadie. Pienso que ni entre ellos. Lo que implica que tan buenos gestores son que no necesitan ni la siempre imprescindible experiencia. Nada de pompa y boato. Como buenos marxistas gobiernan alejados de prendas capitalistas como la corbata, obviando el hecho de que don Carlos no se la quitaba ni para dormir. Y sobre todo son expeditivos. En tres meses de mandato su acuerdo más importante, y prácticamente el único, ha sido impedir la venta de garrapiñadas y algodón de azúcar en las fiestas veraniegas de la ciudad. Y es que no se trata de tomar muchas decisiones, sino pocas pero realmente importantes.