Otro escándalo, y van...

Ignacio Bermúdez de Castro
Ignacio Bermúdez de Castro PASOS SIN HUELLAS

OPINIÓN

13 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Resulta de chiste que Interior pretenda hacernos comulgar con ruedas de molino al justificar la reunión entre Rodrigo Rato y el ministro Fernández Díaz en el despacho oficial de este último, en la que solo se habló de asuntos personales. Podría resultar hasta normal si el ex vicepresidente del Gobierno no acabara de declarar en la Audiencia Nacional por cinco delitos fiscales, blanqueo de capitales y alzamiento de bienes. Pero como no es el caso, simplemente se trata de un nuevo escándalo en las filas populares. Debiera saber el máximo mandatario de los buenos (Guardia Civil, policía, etcétera) que no resulta ético, ni estético, que se reciba en sede ministerial a un presunto malo, por muy amigo suyo que este resulte. Pero como en este país cierta parte de la clase política ya ha perdido irremisiblemente la vergüenza, el señor ministro ha dicho «ancha es Castilla» y si alguien se indigna ya le soltará aquello de «y tú más».

Si no fuera porque todos sabemos lo que tira la poltrona, pensaríamos que Rajoy está deseando perder las elecciones, y como gerifalte supremo del PP alienta a sus correligionarios a ver quién la hace más gorda. ¿Nos vamos a creer que el presidente del Gobierno no estaba al tanto de esta reunión? Personalmente estoy convencido de que lo sabía, por lo que buena parte de la responsabilidad es suya. Cuando menos para maquillar su culpa debería ordenar el cese fulminante del titular de Interior, y poner una vela a su santo de cabecera para que se enteren de esa irregularidad el menor número posible de ciudadanos.