Del Minotauro a Santiago

Manuel Mandianes PEDRADAS

OPINIÓN

25 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

San Jorge venció al monstruo del lago, y el rey y los habitantes de Silca se convirtieron a Cristo, y venció a los sarracenos y conquistó Jerusalén al frente de los cruzados. San Patricio limpió Irlanda de serpientes y otros monstruos que se oponían a su entrada en el país. Desde entonces, Irlanda es un país sin serpientes ni bestias nocivas. Ya en tiempos del cristianismo, San Miguel, custodio y protector de la Iglesia, se apareció en Italia, en el monte Gárgamo, y en Bretaña, en el monte San Miguel, y en ambos lugares venció al monstruo y a grupos de paganos que atacaban y hacían pagar tributos a los cristianos. Es la cristianización del mito que dice que Teseo fue a Creta desde Atenas y mató al Minotauro que exigía doncellas a los atenienses.

Las serpientes que habitaban Galicia desde que habían expulsado a los oestrinmios, según una versión, se opusieron a la entrada de Santiago cuando, en vida, vino a Galicia; según otra versión, sus discípulos cogieron su cadáver después de que hubiera sufrido el martirio en Jerusalén para traerlo a Galicia y cuando llegaron a sus costas y se disponían a desembarcarlo, las serpientes se opusieron, pero ellos las vencieron con el signo de la cruz. Ya en tierra, la reina Loba se oponía a que lo llevaran a Iria Flavia, pero, asustada ante un prodigio milagroso, cesó de su intento y les cedió sus juntas de bueyes para transportarlo.

En la historia de la humanidad hay una serie de héroes que se batieron contra monstruos, símbolos del mal y del enemigo que esclavizaba al pueblo. Santiago se le apareció a Carlomagno y le dijo: «Me maravilla que tú, habiendo libertado tantas y tantas ciudades del poder de los moros, no hayas liberado la mía. Te hago saber que así como Dios te hizo más poderoso que todos los reyes de la tierra, así también te designa para liberar mi ciudad y el camino que lleva hasta ella del poder de los moros, lo que te ceñirá una corona de gloria perdurable. El camino de estrellas que viste en el cielo es señal de que debes ir con gran poder y liberar mi Camino y mi tierra y visitar y entrar en aquel lugar que está en Galicia, en donde yace mi cuerpo». Santiago Matamoros, el que más aparece a lo largo de todo el Camino, lucha como Roldán y el Cid contra los moros, enemigos de la fe.

En algún territorio celta había un monstruo demoníaco que tenía aterrorizados a los habitantes porque ponía en peligro sus vidas y también les exigía terneros, corderos y productos de la tierra para comer. Cuando llegaron a los oídos del rey Artur las calamidades que sus súbditos estaban sufriendo, apiadado de las multitudes, se puso en camino, llegó al lugar, se batió en armas contra la bestia, la venció y el pueblo quedó liberado de su tiranía. Este mito se ha perpetuado hasta nuestros días en muchos lugares, no solo de Galicia, en la figura de la reina Loba, quien obligaba a los habitantes a rendirle tributo y a entregarle las primicias de sus cosechas y los primogénitos de sus ganados.

Mito es una leyenda que transmite la doctrina de los dioses sobre el origen de todo, sobre las fuerzas centrales de la vida; es la apertura del secreto y del misterio. Los mitos ocultan y desocultan, dicen y callan. En tanto que afirmación supuestamente verdadera, aunque no demostrable, el mito sirve para orientar y dar sentido a la vida.