La alegría de la huerta

Carlos G. Reigosa
Carlos G. Reigosa QUERIDO MUNDO

OPINIÓN

15 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

No es la primera vez que me pregunto de dónde puede haber salido un personaje tan feliz de haberse conocido a sí mismo como César Luena, secretario de Organización del PSOE. Me hago esta pregunta cada vez que hace unas declaraciones entusiastas. Es un prodigio de optimismo y de contundencia verbal, sin duda. Según él, todo lo que está haciendo el PSOE es cosechar acierto tras acierto, y está tan convencido de que es así que no necesita dar explicaciones ni esforzarse en convencernos. Lo dicho: un prodigio. Lo malo es que muchos cometemos el error de verlo como un fantasma y, sin poder evitarlo, nos despegamos de su inefable fe de carbonero y acabamos viendo otra cosa. Un PSOE en peligro, por ejemplo. En peligro de diluirse entre otras muchas siglas del margen izquierdo. Un PSOE que ya no conseguimos vincular enteramente con el de Felipe González o Alfredo Pérez Rubalcaba. Un PSOE que tenía sentido de Estado y que ahora no sabemos a ciencia cierta qué sentido tiene o quiere tener. Quizá lo mueve lo mismo de antes (sería prematuro decir que no), pero no lo parece cuando Luena jalea unos acuerdos de gobierno que fija como éxitos, cuando no está nada claro que lo sean. Escribo esto con cierta frustración, porque yo creo que el PSOE es una fuerza indispensable para la buena marcha de España; lo cual quiere decir que me manifiesto crítico sin que hacerlo me agrade.

El PSOE y el PP son los dos grandes partidos que nos han traído casi desde el franquismo hasta aquí y, con todos sus errores -que los hubo-, han hecho unas singladuras elogiables y plausibles. Ahora se han sumado Podemos y Ciudadanos, y me parece bien porque algo nuevo debía surgir para satisfacer las nuevas demandas, también generacionales. Hasta aquí todo en orden. Pero llegaron las elecciones autonómicas y municipales y se armó el gran desparrame del voto. ¿Qué futuro busca ahora el PSOE? Está claro: «liderar la izquierda». Pero ¿se ha preguntado Luena si están avanzando en la buena dirección? Él quizá esté convencido de que sí, pero sus convencimientos no gozan de gran crédito. Creo que Pedro Sánchez debería revisar y reordenar la hoja de ruta. No sea que, a la postre, acaben liderándolo a él.