Esperpentos, y no valleinclanescos

OPINIÓN

03 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Desobedeceremos las leyes que nos parezcan injustas, dice Ada Colau. Por esa regla de tres, cualquier ciudadano o cualquier autoridad harán de su capa un sayo porque ellos mismos serán el criterio de legalidad. Todo muy a lo Luis XIV, el Rey Sol francés: «El Estado soy yo». ¿Con qué cara la señora Colau va a exigir el cumplimiento de las leyes que el ayuntamiento por ella presidido promulgue?

Más cerca de nosotros, en Ferrol, Jorge Suárez anuncia que cuando él sea alcalde no subvencionará las actividades de las cofradías de Semana Santa porque son una manifestación individual. No sé lo que entiende por individual porque las procesiones son, precisamente, una manifestación colectiva, pública.

Bueno, en principio nada que objetar. Supongo que aplicará el mismo rasero y tampoco subvencionará la fiesta del orgullo gay, por ejemplo. Eso sí, no sé lo que opinarán los hosteleros de la ciudad departamental: porque en Semana Santa la ciudad está llena única y exclusivamente porque la gente viene a ver las procesiones, lo mismo que a Barcelona se va para contemplar la Sagrada Familia o a Benidorm a tomar el sol.

¿Estos son los que van a gobernar para todos los ciudadanos? Mal empezamos. Harían bien en leer la Constitución de 1978. Espero, por el bien de este país, que al final impere la cordura y un fino sentido de lo que es una ética pública de verdad.