Ferrol cumplió con la tradición: nuevas elecciones y nuevo cambio de signo. La izquierda está en condiciones de formar un tripartito. Y se repite porque el PP, que partía como favorito en las encuestas y en algunos momentos con clarísima ventaja, vuelve a experimentar el drama de obtener una victoria que no le sirve para gobernar. Rey Varela aspiraba a ser de nuevo el protagonista de una situación inédita en Ferrol: que por primera vez un alcalde fuese reelegido. Ni la aparición de Ciudadanos fue suficiente para que el PP retenga la alcaldía, aun sin mayoría, ni la operación de incorporar a Juan Fernández evitó la desolación.
Lo que sí se confirmó es la tendencia que marcaban las encuestas a que el PSOE podía quedar relegado a la tercera posición, con el sorpaso protagonizado por Ferrol en Común, que logró consolidar su marca y asociarla a la corriente que empujó a las mareas. Y es su emergente candidato, Jorge Suárez, quien tiene las papeletas para convertirse en el nuevo alcalde, si lo apoya un PSOE herido y un BNG que resiste. No es nuevo que EU (antes PCG) forme parte del gobierno en Ferrol, pero sí que ostente la alcaldía. El reto del ejecutivo de coalición sería recuperar la mejor tradición de los primeras corporaciones (PSOE-PCG-UG) y desechar la frustrada experiencia del bipartito PSOE-EU en el 2013. Fácil no será para una coalición inédita.