Ya ni la hemeroteca sirve para refrescar la memoria a los políticos. Decisiones como la de Vázquez Barquero en Ourense vienen a demostrar que el problema no es la amnesia. Vamos, que no es que no se acuerden de lo que dijeron. Es que les da igual. A partir de ahí podrían hacerse dos diagnósticos, uno por exceso y otro por defecto: o hablan de más o actúan de menos. La coherencia es desde hace tiempo un exotismo. Por eso un candidato del PP puede señalar la salida a uno del PSOE mientras comparte partido con aspirantes igualmente imputados, incluso en su propia provincia. Ya se sabe que todo depende de las siglas con que se mire. También están los que reaccionan en bajito, no vayan a terminar imputados. Quién esté libre de pecado... Lo que está claro es que tras la judicialización de la vida política, en Ourense solo el BNG puede permitirse tirar esas piedras.