Padres peregrinos

Alfredo Vara
Alfredo Vara EL PUENTE

OPINIÓN

05 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Son otra clase de peregrinos. No van a Santiago, ni a Roma, ni a Jerusalén ni a La Meca. Ni les mueven motivos religiosos. Su motivación es mucho más concreta e inmediata: preservar la salud de sus hijos.

Peregrinan a farmacias de Portugal o de otros lugares, porque lo que buscan no lo encuentran más cerca. Y no se trata de sofisticados tratamientos ni pócimas milagrosas, sino de vacunas. Contra la varicela en la mayoría de los casos y contra la meningitis B en otros.

Acuden porque su pediatra les ha recomendado vacunar a sus hijos, aunque la Administración ha decidido que la vacuna se administre a partir de los doce años, en el caso de la varicela, o la ha restringido al uso hospitalario, en el de la meningitis B. Y ni tan siquiera permite su venta libre en farmacias, como se hace en la mayoría de los países de nuestro entorno.

Pese a que en el caso de la inmunización contra la varicela, se ha publicado que el ministerio medita levantar el veto que mantiene desde hace casi dos años, los padres se encuentran aún entre la espada de la recomendación de los pediatras -aunque resaltan el riesgo de adquirir el fármaco por vías no seguras- y la pared de la intransigencia del ministerio, que sigue haciendo oídos sordos al posicionamiento de quienes más saben de salud infantil. Hasta el Parlamento gallego acordó por unanimidad hace un par de semanas instar al Ministerio de Sanidad a incluir la vacuna contra la meningitis B en el calendario oficial.

La decisión es sencilla. Basta que el Gobierno rectifique, una vez más, y acabe con una peregrinación indeseada, absurda y costosa. Y evite riesgos innecesarios para la salud de muchos niños.