El acuerdo para la formación de médicos en Galicia

Alfonso Castro Beiras FIRMA INVITADA

OPINIÓN

01 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Dos acontecimientos han sucedido este mes de abril en el campo de la sanidad en Galicia y, en particular, en A Coruña. Ambos buscan una colaboración entre el sistema sanitario asistencial y el académico universitario y ambos van en la dirección adecuada para ir adaptando nuestro sistema de salud a los retos a los que se va a enfrentar en los próximos años pues el  sistema sanitario, para cumplir su labor prioritaria asistencial, necesita profundizar en la formación y en el campo de investigación e innovación. Los dos acontecimientos son: uno, en la formación de los profesionales médicos con el acuerdo y su desarrollo de los tres rectores de las universidades gallegas y el segundo, con la acreditación por el Instituto Carlos III del Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña (INIBIC), institución mixta participada por la Universidade da Coruña y el Hospital de A Coruña (CHUAC), que permite la colaboración entre sanidad y academia, Sergas y Universidad, en el área de innovación e investigación.

De manera muy sucinta trataré de dar la visión de la importancia y conexión de estos dos hechos, que parecen independientes, pero ambos se refuerzan y hacen mejor nuestro sistema universitario, el Servizo Galego de Saúde y también el Hospital Universitario de A Coruña.  

Comenzando por la formación de los médicos, debe tenerse en cuenta que la formación de un médico empieza con los estudios de grado en Medicina, que tiene una duración de 6 años, al que ha de seguir 1 año dedicado a la preparación del examen de acceso al MIR y, a continuación, entre 4 o 5 años de desarrollo de la especialidad médica escogida: total, entre 11 y 13 años. Este largo camino ha de estar bien planificado. La planificación no es fácil, porque el número de alumnos o médicos en formación, que se estima en torno a unos 400 por año, puede variar, pues además de la demografía del colectivo de médicos de nuestra comunidad, que es el que se utiliza para esta planificación numérica, influyen los cambios en  modelos organizativos, la modificación en el futuro en el desarrollo de las especialidades y el aumento de expectativa de vida y la cronicidad como forma de enfermar. Pero además del número, es necesario saber que se van a necesitar médicos con conocimientos diferentes a los que nos sirvieron hasta ahora para el éxito, a la vista de los avances que se están produciendo en el conocimiento y en tecnología, a destacar: la genómica, la nanotecnología, la robótica, las tecnologías de la información, etc. Para formar este número de profesionales que se inicia en el grado en Medicina se necesitan utilizar, durante el período denominado clínico, los hospitales universitarios, dado que la formación ha de ir acompasada con el inicio de la práctica clínica. Las asignaturas preclínicas o básicas se aprenden en el aula y en el laboratorio, pero el campo de aprendizaje de la clínica es el hospital y la consulta de los médicos. Por ello ha de hacerse por profesores  que están trabajando en los hospitales. E incluso debe ir mas allá, debe tenerse en cuenta que para formar un médico se necesita todo un hospital, por lo que ha de extenderse esta capacidad docente y formativa a muchos profesionales en distinto grado. No se trata de llenar la cabeza de los alumnos, sino de dotarlos de aptitudes y actitudes. Aquí quiero que dentro del hospital se entienda, también, la atención primaria, es decir, donde están los pacientes y sus facultativos.

En ese sentido, es cierto que se ha iniciado en años previos una colaboración de los hospitales adscritos a las universidades de Santiago, A Coruña y  Vigo  para poder dar una formación adecuada a los estudiantes del grado de Medicina, pero esta colaboración es, a todas luces, mejorable.

Para conjugar el objetivo de tener la mejor formación para los alumnos del grado en Medicina y aprovechar y respetar la existencia de tres universidades se ha decidido utilizar una cooperación inteligente. 

Procede destacar el camino ya recorrido por la Universidade da Coruña, que inició desde sus comienzos un desarrollo en el campo de Ciencias de la Salud en otros grados y que con la creación del Instituto de Ciencias de la Salud dio un paso importante para el desarrollo del posgrado con los programas de doctorado en Medicina, alcanzando su desarrollo con la participación en la creación y acreditación del  INIBIC, que nos incorpora a centros académicos y asistenciales en el campos de la investigación e innovación en salud de excelencia de nuestro país.

Ahora, el desarrollo de un acuerdo entre los tres rectores abre un camino a la incorporación de los profesores universitarios asistenciales de las universidades a la formación de grado de Medicina. Es un primer paso en el camino hacia un futuro que será muy fructífero para la formación de médicos, de especialistas y al desarrollo académico de los profesionales médicos.

Además la acreditación del INIBIC es otra acción importante, que permitirá la incorporación a la medicina de los conocimientos de otras disciplinas provenientes de campos diferentes de la universidad, necesarios en la medicina de los próximos años. Todo ello redundara  en una mejor atención de los pacientes y en la creación de un espacio de riqueza para nuestra comunidad.