El Trotski de Podemos

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

30 abr 2015 . Actualizado a las 23:05 h.

Monedero ha sido siempre el Trotski de Podemos. Mientras Pablo Iglesias tiene esa imagen de camisa blanca, de apóstol, Monedero se parece más al ángel malo de la tónica. Es el que está a la izquierda de la izquierda. El que guarda las esencias. El Trotski, que se enfrentó primero a Lenin, hizo el trabajo sucio para tomar el poder y luego chocó con Stalin y ahí perdió de forma estrepitosa. Monedero, enfadado, recuerda mucho al malo de Érase una vez. Pero Monedero igual se queda en el primer capítulo, sin revolución de final de año ni asalto al poder. Ahora dice que se siente engañado. Cree que Podemos, de centrarse tanto, se va a descentrar del todo. Y es que jugar a marca blanca tiene sus riesgos. No se puede ser un partido de izquierda y, animado por el éxtasis virtual de las encuestas, ocupar también el espacio de centro. Se llama impostura. Esta esa frase de Lincoln que seguro que conocen los politólogos: «Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo». A Podemos también le pasa factura el tercer puesto de Andalucía, después de tanta encuesta en primer lugar. Cuidado con los primeros lugares de las encuestas. No se deben celebrar. Son como los equipos que ganan el campeonato de invierno. Monedero abre un debate interesante: ¿Puede un partido de izquierdas ser también de centro y de lo que haga falta? Pero ¿eso no era vieja política, con escaños intercambiables?