¿Alguien duda del derecho de Chaves y Griñán a la presunción de inocencia, especialmente cuando aún no se les ha imputado delito concreto alguno? ¿No hay que recordarlo tras los recientes sobreseimientos de casos sonados? En este contexto, ¿no honraría a ambos el gesto de echarse a un lado y ayudar así a apaciguar las turbulencias en la política andaluza? ¿Por qué siguen ocupando escaño en las Cortes? ¿No es una simple forma de agradecer servicios prestados? ¿No es cierto que podrían aportar su conocimiento y experiencia sin necesidad de ostentar cargo y de seguir recibiendo un generoso sueldo público? ¿No es cierto que con ese gesto prestarían un gran servicio a su sucesora al frente de la Junta de Andalucía? ¿Y que ayudarían a la cúpula de su partido a desmarcarse de la sombra de corrupción que también lastra al PSOE, especialmente en Andalucía? ¿Por qué no dimiten?