Colapso en las urgencias hospitalarias

OPINIÓN

15 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Me molesta mucho la demagogia y que se juegue con el sufrimiento de la gente. Gracias a Internet, cualquiera de ustedes puede comprobar en las hemerotecas de los periódicos que el colapso de las urgencias hospitalarias no es un asunto de color político: hubo los mismos problemas estacionales cuando PSOE y BNG gobernaron la Xunta de Galicia, y eso a pesar de que fue el Gobierno que más gastó en personal sanitario, como demuestran los datos. Es mentira, por tanto, que el actual colapso se deba a los recortes sanitarios, como repiten una y otra vez socialistas y nacionalistas, cual si de un mantra se tratase. El pasado viernes, en una tertulia radiofónica, se llegó a decir por parte de una diputada del BNG que en el Meixoeiro falta de todo, incluso comida? ¿Pero a qué estamos jugando?

El colapso de ayer y de hoy es la consecuencia de tener una población muy envejecida, afectada por pluripatologías que se intensifican con el frío y la gripe, de una mala coordinación socio-sanitaria (de la que se habla mucho, pero se hace poco), de una atención primaria manifiestamente mejorable y de una mala educación sanitaria de la población (que parece desconocer el sentido de la palabra urgencia y que para la gripe y el catarro no hay más remedio que pasarlos). La clave es responsabilidad: en el uso de los recursos sanitarios, en la crítica política, en la gestión del sistema socio-sanitario.