Hasta que los clubes quieran

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto S. Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

03 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Ahora estamos todos desolados y muy sorprendidos; tremendamente impactados y enojados. Exigimos medidas urgentes y nos mostramos implacables en la solución del problema. Pero, en el fondo, todos sabíamos que antes o después volvería a ocurrir. Con ultras del Dépor, del Betis o del Almendralejo, pero que volvería a ocurrir. Y ya pasó.

Y ahora repartimos culpas y responsabilidades a diestro y siniestro. Cuando hay unos responsables por encima de todos los demás a los que nunca les exigimos rectitud y coherencia en su proceder. Los clubes de fútbol, esas entidades que están por encima del bien y del mal, que hacen lo que les viene en gana en aras de unos resultados exitosos, son los grandes responsables de lo ocurrido el domingo a orillas de Manzanares donde se dejó la vida un coruñés.

Porque los clubes son los primeros protectores de los radicales. Con su condescendencia hacia las actitudes violentas. Permitiendo pancartas xenófobas, dejando fotografiarse a sus galácticos con los violentos, coreando consignas racistas, regalando entradas, facilitando sus desplazamientos y mirando para otro lado. Tanto que hasta presidentes hay que reciben en su despedida y ante el aplauso general una placa de reconocimiento por su apoyo.

Los grupos ultras, los violentos, los grupos que amparan asesinos y fracasados van a seguir existiendo en el fútbol en tanto en cuanto los clubes, esos privilegiados que viven fuera de la realidad, quieran. Solo a ellos les corresponde marcar el camino y dejar de ser complacientes y generosos con los descerebrados.