Don Ángel, don Mariano y la caja B

Fernando Ónega
Fernando Ónega DESDE LA CORTE

OPINIÓN

23 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Tenemos otro culebrón en el PP, y promete durar lo suficiente como para ocultar los verdaderos asuntos de Estado. La nueva edición empezó por Rodrigo Rato y sus tarjetas. Cerrado temporalmente el asunto tarjetas, porque depositó el aval de los tres millones, ahora llega lo que cobró de Lazard, seis millones de euros por los que cotizó a Hacienda, por lo cual la intriga es otra: por qué no confesó que tenía un trabajillo en ese banco y por qué Lazard fue el banco seleccionado para la entrada en Bolsa de Bankia. A don Rodrigo, cumplidor de sus deberes fiscales, le van a pedir explicaciones complejas. Como hemos apuntado, sus compañeros de militancia, hoy ministros, huyen de los periodistas porque no las saben dar.

El nombre que ayer hizo huir a los ministros y singularmente al presidente Rajoy ha sido el de Ángel Acebes. Eso sí: el señor presidente recorrió la pasarela con toda dignidad, firme, erguido y mirando al frente. Las preguntas de los informadores le debían sonar como una manifestación de preferentistas o un discurso de Rosa Díez y no merecían ni una mirada. Seguramente iba haciendo memoria de quién es ese tal Acebes que le metía en un nuevo berenjenal. Y ese tal Acebes, ministro de tres carteras con Aznar, compañero de Consejo de don Mariano, había sido secretario general del PP en un mal momento: justo cuando Bárcenas hacía enjuagues con las donaciones.

¡Qué mala suerte, mecachis! En toda la historia del PP, le toca coincidir con el mandato económico de Bárcenas. Y Bárcenas, al parecer, Bárcenas tenía dos manos: una, para meter mano en la caja B, y otra para cumplir con las amistades. Y un día llegó Federico e hizo ampliación de capital de su Libertad Digital. Y Acebes autorizó a Bárcenas a invertir unos cientos de miles. ¿Cometió algún delito Acebes? Si las cosas han sido como acabo de contar, ninguno, aunque los jueces siempre tienen algún tipo delictivo que imputar. ¿Se llevó algo a su bolsillo? No lo parece, porque de lo contrario Bárcenas lo hubiera contado.

¿Por qué se imputa pues a Acebes? Confieso que no lo tengo muy claro, pero el problema no es Acebes. El problema es que el juez Ruz ha confirmado que en el PP había caja B, eso que tanto negaron Rajoy y sus portavoces. Sí, una caja B, que se utiliza para ocultar movimientos, ingresos y gastos y, por tanto, engañar al Fisco y al Tribunal de Cuentas. Un instrumento de fraude. Ese es el tema, a mi entender. Con lo cual, vuelve el fantasma del caso Bárcenas. No hace falta que él tire de la manta, porque ya lo está haciendo Pablo Ruz. Y la lección política del día, que de los periodistas es fácil escabullirse: basta ponerse tieso y mirar al frente. Del trabajo de un juez no hay forma de escapar.