Necesitamos buenas noticias

Pablo Mosquera
Pablo Mosquera EN ROMÁN PALADINO

OPINIÓN

13 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

No recuerdo época tan desafortunada. Cada mañana, muchos ciudadanos tenemos miedo a enfrentarnos con nuevas y malas noticias. Repito: «Cualquier situación por mala que sea, siempre es susceptible de empeorar». El colmo de la desmoralización.

La crisis no es solo por las consecuencias del fracaso o agotamiento de un modelo económico. Es la quiebra de los principios morales que nos hizo civilizados. Las viejas coordenadas para la convivencia han volado, por la desvergüenza de unos, por la incapacidad de otros, por la perplejidad, sin más, de la mayoría.

No solo es el papel quien tiene capacidad para soportar cualquier barbaridad escrita. Es como si la sociedad hubiera renunciado a ejercer sus derechos democráticos a ser libres, tratados con justicia o exigir el gobierno de gentes cultas y decentes. Entre tanta mala noticia. Entre corruptos que nos engañaron o que lo fueron impunemente. En medio de una soflama rupturista con la ley y la convivencia. Amenazados por los cuatro jinetes del Apocalipsis, el último en llegar, la pandemia del ébola. Me refugio en dos hechos que casi no son noticia. La existencia de seres humanos que ponen sus vidas al servicio de los más necesitados, silenciados, muertos en el anonimato ¿Cuantos voluntarios y cooperantes llevan años tapando las vergüenzas de esta sociedad? Me refugio en la labor diaria de las gentes de Cáritas. Me sumerjo en algunas de sus publicaciones, que no pueden competir con los diarios de gran tirada. Y sin embargo sus titulares son mucho más conmovedores que los que abren las noticias de los grandes informativos audio visuales. «Cáritas Europea insta al próximo Parlamento Europeo a cumplir sus compromisos para atajar la pobreza». «La publicación Análisis y Perspectiva 2014 evidencia un escenario social de pobreza creciente y derechos menguantes, donde el papel fundamental para enfrentarse a esta lacra lo está jugando la familia». Las antenas sociales que recorren los barrios a la búsqueda de la pobreza, la organización que ha pedido movilizarse contra una riqueza que empobrece... Estas personas son la esperanza de los parias.