«Yo llegué a la política comido y bien comido». Fue hace más de treinta años. Habrá que felicitar al consejero de Sanidad de Madrid por ello, a falta de razones mejores. Quizás dispara con bala a una enferma de ébola porque tiene «la vida resuelta», frase que muy pocos se atreverían a pronunciar hoy en España. No es que haga leña del árbol caído, es que es una maderera. Si está bien comido, podría hacer en otra parte la digestión, que se adivina pesada, y compartir la sobremesa con Ana Mato. Corte por lo sano, señor cirujano. En otros países a estas alturas de esperpento ya habrían rodado cabezas políticas. No hace falta un máster para saberlo. Pero unos tienen más capacidad de aprendizaje que otros.
Accidente de Angrois
Los riesgos
Al parecer, legalmente es justificable reducir costes aunque se incrementen los riesgos. Habrá que aprender la lección. Y observar si la máxima sigue estando vigente en casos futuros. Sin importar que el coste sea en vidas. Aunque quizás no siempre haya un maquinista a mano. Con cargos. Y sin cargo.
Parlamento
Condenas
Hay acciones violentas que deben condenarse sin dudar. Independientemente de su autor. Sin ponerse vendas ideológicas. Los diputados de AGE tendrían que haber dado un paso adelante. Los escaños no son buen sitio para esconderse.