Montoro no se echa ni una alegría al cuerpo

Sofía Vázquez
Sofía Vázquez ESTADO BETA

OPINIÓN

01 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Los Presupuestos Generales del Estado para el 2015 no contienen ni una sola medida que le permita al ministro de Economía, Cristóbal Montoro, echarse una alegría al cuerpo y presumir ante sus colegas de Gobierno de ser el ministro del fin de la crisis y gritar: «¡Eeeh Macarena.... aaahe!». Su gabinete económico se ha esforzado en explicar ante la opinión pública unas cuentas optimistas, pero lo cierto es que quien dedique (o pierda) un tiempo en leer los Presupuestos se dará cuenta de que la receta de la austeridad, con medidas austericidas -como ya las denominan reconocidos economistas como Santiago Lago y Albino Prada-, continuará implantada en el país un año más.

En los Presupuestos del 2015 se insiste una y otra vez que las cosas irán mejor, que la economía crecerá y que los logros de España serán una vez más reconocidos por la comunidad internacional en forma de deuda mucho más barata, por ejemplo. «¡Eeeh Macarena.... aaahe!»

Además la economía notará el empujón que harán empresas y familias españolas que verán mejorados sus ingresos a través de la reforma fiscal. «¡Eeeh Macarena.... aaahe»!

Pero el tono optimista empieza a languidecer cuando seguidamente se insiste en que los salarios seguirán siendo moderados y las pensiones se mantendrán en la práctica congeladas, al igual que los salarios de los empleados públicos. ¿Este tipo de decisiones suelen ser habituales en un gran año económico que además coincide con cita electoral? No. Suena raro, igual de raro que lo escrito en la página 15 del libro resumen donde se destaca la aceleración que experimentará el maléfico sector constructor.

Perdonen ustedes: ¿Alguien entiende algo? Macarena tampoco.