Los Estados deberían hacerse responsables de las alertas que lanzan. Todo el mundo recuerda el famoso caso de los pepinos asesinos, atribuidos a España por los alemanes. Sobre todo los productores. El laboratorio demostró que las hortalizas con bacterias no eran de origen español. Y nada más se supo. Solo quedaron una pérdidas millonarias y unas disculpas minúsculas.
Los virus y las comparaciones
No es precisamente afortunado comparar el virus del ébola con el de la gripe A. Ojalá fuera así. Pero es de suponer que todo el despliegue realizado aquí, en Estados Unidos y la China popular, que dirían alguno, no se trata de una performance a escala mundial. Poner a la misma altura las dos enfermedades no hará gracia a los que están sobre el terreno en África.
Autopistas alemanas
Siempre suena bien lo de copiar el modelo alemán. Para el recibo de la luz o para una autopista. La expresión se usa como modelo de eficiencia. Pero cuidado con las especificidades de la AP-9. Y con los rescates. De aquellas concesiones vinieron estos lodos.