El pensamiento al bies de la realidad electoral

Jaime Miquel
Jaime Miquel LÍNEA ABIERTA

OPINIÓN

07 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

L os resultados de las elecciones europeas afloraron una realidad electoral completamente nueva en España, cuyos cambios se habían producido desde el mes de julio del año 2012. Desde esa fecha, el PP comenzó a bajar peldaños en las encuestas por la desmovilización creciente de su electorado, en un proceso similar al de los socialistas en la legislatura anterior, aunque precipitado en tan solo un año, porque el PSOE defendió su resultado del año 2008 hasta mayo del 2010.

Durante el año 2012 se celebraron cinco comicios autonómicos, que serían los últimos resultados de elecciones con los que contaríamos desde que ganó Rajoy, porque durante el año 2013 no se votaría en España. El año 2013 fue extrañamente no electoral y define esta rareza junto al 2002, los únicos desde 1977. Las cinco elecciones autonómicas del año 2012 produjeron datos y novedades muy importantes. El PP había dejado de ingresar 300.000 votos respecto a sus posiciones precedentes, pero el PSOE 1.200.000. Nacieron AGE y CUP en el espacio ciudadano de la ruptura, aunque luego los de Beiras lo abandonaran; Ciutadans rompió los esquemas unionistas en Cataluña, FAC le ganó al PP en Asturias, etcétera.

Durante el 2013, fuimos describiendo la evolución de la situación electoral basándonos en encuestas, como las del CIS, para explicar la fragmentación del Parlamento y la existencia de un espacio ciudadano de ruptura de unos ocho millones de electores. Se reincorporasen o no al sistema (para derribarlo), la gran coalición era ya una realidad matemática o no opinable a finales del año 2013, porque el bipartidismo estaba reducido a tres de cada diez de todos, especialmente ancianos. Con el PP hacia los 150 escaños, ya no alcanzaba con UPyD y algún otro a sumar 176 actas. Pero el PSOE, hacia los 110, tampoco sumaba con IU/ICV, ni con estos junto a UPyD y algún otro. Cualquier otra fórmula que no fuera la suma de los escaños del PP y del PSOE era ya impensable.

En este año 2014 se celebraron por fin elecciones en España y apareció la realidad puesta al bies. El bipartidismo había retrocedido cinco millones de votos respecto al resultado europeo del año 2009. Podemos sumó algo más de 1.200.000 votos, pero medio millón de electores habían votado a otras candidaturas de la ruptura, además de los setecientos mil largos que lo hicieron por Ciudadanos o Vox. De no haberse reincorporado al sistema unos dos millones y medio de electores, que aparecieron donde no había nada, la participación habría sido inferior al 40 % del censo electoral. El CIS acaba de confirmar esta descripción de los hechos.

La muy española resistencia a aceptar la fragmentación del Parlamento subraya la necesidad de producir cambios profundos en el pensamiento, porque no es la realidad, es este el que está puesto al bies.

El dato fijo es que solo suman el PP y el PSOE para gobernar España. Ahora falta que lo asimilen los que informan y los interesados.

Jaime Miquel es analista electoral.