Mujeres yihadistas en España

Yashmina Shawki
Yashmina Shawki CUARTO CRECIENTE

OPINIÓN

06 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Una joven de 19 años y una adolescente de 14 han sido detenidas por la Policía Nacional cuando intentaban pasar la frontera de Melilla para incorporarse a la «lucha» del Estado Islámico -antes Ejército Islámico de Irak y el Levante- en Irak y Siria. La noticia ha sorprendido porque, hasta ahora, todos los yihadistas arrestados eran hombres; de diferente edad y condición, pero hombres. Es obvio que la necesidad de efectivos para poder controlar la amplia extensión de terreno de la que se ha apoderado esta organización criminal ha hecho que sus campañas de Internet hayan llegado mucho más allá de lo que viene siendo habitual. Cuestión distinta es la finalidad para la que se necesitan mujeres.

En realidad, estas jóvenes -a las que, sin duda, se les ha lavado el cerebro con un discurso enardecedor- fueron atraídas, aunque ellas no sean conscientes de ello, con dos únicos propósitos: bien para convertirse en «paquetes bomba» con los que cometer algún atentado, o bien para ser esclavizadas sexualmente por estos canallas con la habitual falacia de los matrimonios temporales, una triquiñuela utilizada para evitar los castigos por adulterio. Imposible que, siendo obligadas a cubrirse de arriba abajo con un velo integral y a recluirse en sus hogares, se les permita empuñar un arma para luchar en el frente.

Fue la denuncia de la desaparición de la menor por parte de sus padres la que ha facilitado esta detención, poniendo de relieve hasta dónde llegan los tentáculos de estos terroristas y la eficacia de su discurso para atraer a descontentos e idealistas confundidos. Un nuevo frente que acerca aún más a nuestras puertas la amenaza yihadista, que, sin embargo, tan lejana nos parece.